Seminario Intercultural III

divendres, 30 de setembre del 2011

LA CONVIVENCIA UN RETO



En este seminario, presentado por dos miembros de la asociación AMICS de Castellón, realizamos una reflexión conjunta acerca de nuestras concepciones de cultura e identidad. A partir de la realización de varias dinámicas hablamos sobre la naturaleza de los conflictos interculturales y la forma de tratarlos de una manera más eficaz.

Las dinámicas incluyeron una actividad en grupo en la que debíamos elegir, a partir de una serie de afirmaciones, cuáles de éstas pertenecían a nuestras creencias culturales y cuáles eran verdades universales. De esta manera, se generaron dudas al respecto de muchas de ellas. Afirmar que “las serpientes son peligrosas”, por ejemplo, puede considerarse verdadero para una persona occidental, pero no para culturas que conviven con ellas, en algunos casos como animales domésticos. De esta manera, otros ejemplos incluían elementos que hacen referencia a las relaciones afectivo-sexuales, el concepto de familia y otros aspectos de la vida. En definitiva se consiguió generar dudas al respecto de qué es cultural y qué es universal, con lo que concluímos que tales diferenciaciones no están claras.

En el seminario se puso de manifiesto la manera en la que se confunde interculturalidad con multiculturalidad, convivencia con coexistencia e incluso quizás, integración con asimiliación. De esta manera, el primer problema reside en considerar que los grupos humanos son grupos cerrados, donde no existen diferencias entre los individuos y donde el grupo actúa y opina generalmente al unísono. Desde un punto de vista práctico esto no tiene lugar en ningún grupo humano. Desde un punto de vista teórico, se entiende que la cultura es la forma de vida de una comunidad (cultura con "c"), sus manifestaciones culturales (cultura con "C") y también sus propios movimientos de contra-cultura (cultura con "k"). De esta manera, es imposible considerar a una comunidad como uniforme y cerrada al exterior, tanto teórica como prácticamente.

La mejor manera de entender la realidad multicultural es con el diálogo y es a partir del mismo que se deben construir las sociedades, sin jerarquías ni imposiciones. Es esta la única manera en que se puede afrontar de manera eficiente el multiculturalismo que, nos guste a todos o no, es ya la realidad de nuestras sociedades.